El t\u00edtulo de arquitecto supone la preexistencia de una disciplina, la arquitectura, sobre la cual reconoce habilidad e idoneidad. Es comprensible, entonces, que quienes est\u00e1n investidos del t\u00edtulo no se cuestionen su validez.
Como fen\u00f3meno, la arquitectura surgi\u00f3 hace miles de a\u00f1os en los albores de la civilizaci\u00f3n. No fue necesario que alguien la estudiara para que ello sucediera. Se trata de un fen\u00f3meno social, continuo en el tiempo e inherente al habitar que se producir\u00e1 existan o no arquitectos habilitados.
El estudio de la arquitectura es el entrenamiento en la disciplina; en cambio, el ejercicio profesional es la participaci\u00f3n en el fen\u00f3meno. Sin embargo, entender la arquitectura como una disciplina o como un fen\u00f3meno, implica concepciones de mundo totalmente opuestas. Transitar de una cosmovisi\u00f3n a otra, es uno de los procesos m\u00e1s dif\u00edciles a los que una persona pueda estar sometida. Es en ese esfuerzo donde se generan las frustraciones profesionales que suelen abundar entre los arquitectos.
En la mayor\u00eda de las disciplinas, el objeto de estudio es distinto al sujeto que lo estudia, son independientes uno del otro, lo cual permite generar un \u00e1mbito de conocimiento \u201cobjetivo\u201d y compartido entre quienes la cultivan. En arquitectura, eso s\u00f3lo es posible en la Academia, no en el ejercicio real. El arquitecto en su condici\u00f3n social es parte del fen\u00f3meno arquitect\u00f3nico y, por lo tanto, no puede sustraerse de \u00e9l, impidi\u00e9ndole ejercer la profesi\u00f3n tal y como se la ense\u00f1aron.
La realidad es irreproducible en las aulas universitarias. Lo \u00fanico que se puede adelantar para facilitar el tr\u00e1nsito entre la disciplina y el fen\u00f3meno, es mostrar la ra\u00edz epistemol\u00f3gica de la arquitectura, es decir las limitaciones del conocimiento que se ense\u00f1a y las dificultades que surgen al aplicarlo a la realidad. En ese sentido, resulta conveniente incorporar a las mallas curriculares cursos de Epistemolog\u00eda dirigidos a arquitectos.
El proyecto de t\u00edtulo es un punto de inflexi\u00f3n en la vida de un profesional. Es el momento en que se ha adquirido la mayor destreza en la disciplina y se tiene la menor experiencia en el fen\u00f3meno. De all\u00ed surge la magia y el sentido ritual de la titulaci\u00f3n de los arquitectos. El examen de grado est\u00e1 cargado de simbolismo y emoci\u00f3n. Quien postula al t\u00edtulo, se ha preparado durante m\u00e1s de cinco a\u00f1os para llegar a esa instancia y no escatima esfuerzos para demostrar el dominio de las materias aprendidas. La comisi\u00f3n examinadora, compuesta por profesionales con m\u00e1s experiencia en el fen\u00f3meno, act\u00faa en complicidad con el fin de mantener la ilusi\u00f3n de una disciplina que no existe: la arquitectura.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"
El t\u00edtulo de arquitecto y la complejidad entre la disciplina y el fen\u00f3meno arquitect\u00f3nico. La importancia de la epistemolog\u00eda en la formaci\u00f3n profesional.<\/p>\n","protected":false},"author":2,"featured_media":0,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[7],"tags":[],"yoast_head":"\n