La arquitectura es la forma f\u00edsica de una realidad pol\u00edtica-econ\u00f3mica m\u00e1s amplia. Frente a la realidad chilena, los arquitectos responden mediante una pr\u00e1ctica profesional que consigue con el anonimato el alivio de la verg\u00fcenza.\u201c\u2026seguiremos caminando por el mundo como la mayor\u00eda de los hombres: un poco pr\u00f3speros, un poco avergonzados\u2026\u201d
No existe arquitectura que pueda desentenderse de un contenido pol\u00edtico. Menos cuando se trata de vivienda. Imposible cuando se trata de vivienda social. Cuando nos remitimos a este tipo de arquitectura, queda en evidencia la forma m\u00e1s contundente y clara del v\u00ednculo entre la obra de arquitectura y el contexto \u00e9tico-pol\u00edtico en el que se inserta.(1)<\/p>\n\n\n\n
\u201c\u2026 bien de primera necesidad al que tiene derecho toda familia, plante\u00e1ndose atenci\u00f3n preferencial por los m\u00e1s pobres y estimul\u00e1ndose la autoconstrucci\u00f3n\u201d. Eduardo Frei Montalva (1964 \u2013 1970)<\/p>\n\n\n\n
\u201c\u2026 derecho irrenunciable que el Estado debe proporcionar a su pueblo, no puede ser objeto de lucro, sino de necesidad\u201d. Salvador Allende (1970 \u2013 1973)<\/p>\n\n\n\n
\u201c\u2026 bien que se adquiere con el esfuerzo de la familia para el ahorro, y con aportes del Estado a trav\u00e9s del subsidio\u201d. Pinochet, Aylwin, Frei, Lagos, Bachelet (1973 \u2013 2007) (2)<\/p>\n\n\n\n
La evoluci\u00f3n de los modelos pol\u00edtico-econ\u00f3micos tiene como consecuencia el cambio de las definiciones del proyecto de arquitectura social; la que impuso el gobierno de Pinochet, y que fue continuada por los gobiernos de la concertaci\u00f3n, trae consigo un arquitecto que se esconde en el anonimato.<\/p>\n\n\n\n
Al leer entre l\u00edneas las definiciones que los gobiernos han hecho de vivienda social [el bien de primera necesidad, el derecho irrenunciable y el bien que se adquiere] se puede entender el desarrollo que ha configurado la realidad actual de las ciudades chilenas. Esta definici\u00f3n institucional tiene tal importancia en la construcci\u00f3n de la ciudad, que tan solo el que Brecht denunciara como el peor analfabeto [el analfabeto pol\u00edtico] podr\u00eda abstraerse del peso que este orden mayor tiene en la vida de la mayor\u00eda de los ciudadanos (3). Se puede revisar objetivamente la realidad construida; para esto, la arquitectura debe ser entendida como la cristalizaci\u00f3n de procesos a escalas m\u00faltiples; desde su definici\u00f3n institucional hasta el proyecto que millones habitan.<\/p>\n\n\n\n
Una serie de operaciones legales han dado forma a la ciudad como hoy la conocemos, muchas de las cuales fueron implementadas en el gobierno militar y han encontrado continuidad en el actuar de los gobiernos en democracia. \u201cLa planificaci\u00f3n que gui\u00f3 el quehacer del Gobierno Militar se deriv\u00f3 del documento denominado El Ladrillo\u201d(4) . Un influyente y cohesionado grupo de pensamiento neoliberal redact\u00f3 este documento, que establec\u00eda como prioridad el desarrollo de la econom\u00eda y asum\u00eda posibles falencias, planteando un Estado encargado de tapar los vac\u00edos derivados de una aplicaci\u00f3n absoluta de las leyes de mercado. Fue asumido como el principal referente t\u00e9cnico para el resto del per\u00edodo, hasta casi el final del gobierno en 1990. La pol\u00edtica de vivienda social es la traducci\u00f3n de este modelo te\u00f3rico en una manera de operar concreta, un modelo ideol\u00f3gico de gesti\u00f3n en el que se enmarca toda la arquitectura de la vivienda b\u00e1sica construida en las \u00faltimas tres d\u00e9cadas.<\/p>\n\n\n\n
El Decreto Ley 420 (1979) es un mecanismo de aplicaci\u00f3n de este modelo; bajo el principio de que el suelo es un bien de mercado, y que la existencia del l\u00edmite urbano genera diferencias \u201cficticias\u201d en sus precios, determin\u00f3 la liberalizaci\u00f3n del suelo urbano. Dicha operaci\u00f3n se ha formalizado en un acelerado crecimiento por expansi\u00f3n de la ciudad, teniendo su m\u00e1s alto impacto en aquellas obras que buscan los terrenos m\u00e1s baratos y tienden construirse en la periferia: la vivienda social. Con este decreto se derogaron adem\u00e1s los cap\u00edtulos dedicados a la localizaci\u00f3n de vivienda social y el equipamiento, as\u00ed como las condiciones restrictivas al crecimiento en extensi\u00f3n. En estas condiciones, la expansi\u00f3n de la ciudad arrastr\u00f3 consigo a la periferia la vivienda social construida desde los a\u00f1os \u201980, tendencia que exist\u00eda hist\u00f3ricamente, pero que se agudiz\u00f3 en el marco de un modelo econ\u00f3mico que, junto con el suelo urbano, convirti\u00f3 a la vivienda social en un bien de mercado. Si bien la Concertaci\u00f3n ha desarrollado medidas que parecieran intentar restablecer este l\u00edmite, en definitiva tanto el PRMS de 1994 como su posterior modificaci\u00f3n de 1997 apuntan al crecimiento por expansi\u00f3n de la ciudad.<\/p>\n\n\n\n
En la pr\u00e1ctica esto ha repercutido tanto en la localizaci\u00f3n urbana de la vivienda social, como en la definici\u00f3n misma de su arquitectura. En la medida que \u00e9sta se ha transformado en un bien de mercado m\u00e1s, con la \u00fanica distinci\u00f3n de que los potenciales consumidores son subsidiados por el Estado, su calidad queda condicionada tambi\u00e9n por las leyes de mercado, con todos los perjuicios que esto puede traer para quienes tienen menos recursos. En la medida que las variables de mercado se sobreponen a las nociones de derecho irrenunciable o calidad de vida, el desarrollo arquitect\u00f3nico de la vivienda social se ve condicionado principalmente por nociones econ\u00f3micas, desarrollando durante los a\u00f1os 90 una arquitectura social an\u00f3nima, lo que ha repercutido a su vez en la calidad de lo vivienda b\u00e1sica. \u201cEs muy dif\u00edcil saber a estas alturas si detr\u00e1s de los grandes conjuntos de \u201cvivienda social\u201d est\u00e1n todav\u00eda los arquitectos. Esto ha definido una condici\u00f3n de anonimato en la relaci\u00f3n obra-creador; al abondonar el campo de lo arquitect\u00f3nico y sumergirse en una forzada clandestinidad, se pierde la necesaria responsabilidad p\u00fablica del arquitecto frente a su obra\u201d.(5)<\/p>\n\n\n\n
Es este \u00faltimo el mayor y m\u00e1s claro fruto del modelo pol\u00edtico-econ\u00f3mico en el que vivimos y el rol que han asumido los arquitectos en su operatoria: una pr\u00e1ctica profesional que consigue con el anonimato el alivio a la verg\u00fcenza; una arquitectura del anonimato; una arquitectura de la verg\u00fcenza. \u00bfQu\u00e9 calidad puede ped\u00edrsele a un proyecto de arquitectura que, hasta antes de la aparici\u00f3n de iniciativas como Elemental, tiene en su autor a un arquitecto avergonzado y an\u00f3nimo?
Si, como planteamos al principio, a alguien se le puede adjudicar el contenido pol\u00edtico de la construcci\u00f3n de la vivienda social \u00bfqui\u00e9n es el responsable de los guetos construidos pr\u00e1cticamente en todas nuestras ciudades importantes? \u00bfQui\u00e9n est\u00e1 tras los proyectos [supuestamente an\u00f3nimos] definitivamente firmados por un arquitecto, realizados por constructores y financiados por el Estado que llenan p\u00e1ginas acad\u00e9micas de ejemplos para la segregaci\u00f3n, la falta de equipamiento y la inviabilidad en el tiempo? \u00bfQui\u00e9n est\u00e1 detr\u00e1s de un proyecto de arquitectura que participa en la construcci\u00f3n de la inequidad urbana?<\/p>\n\n\n\n
Augusto Pinochet lider\u00f3 un r\u00e9gimen autoritario que impuso sus criterios \u00e9ticos, pol\u00edticos, econ\u00f3micos y sociales sin contrapeso durante casi dos d\u00e9cadas, que, junto a la posterior acci\u00f3n de los gobiernos concertacionistas, garantizaron que primase hasta hoy el criterio econ\u00f3mico, fundamentando que \u201clos problemas de redistribuci\u00f3n del ingreso que puedan generarse por las diferencias de productividad y de riqueza de distintos individuos se solucionar\u00e1n por el estado a trav\u00e9s del aparato tributario, educacional, provisional y de subsidios directos\u201d (6). Lo anterior plantea un modelo en cuyas fallas se encuentra el origen de la agudizaci\u00f3n de la desigualdad, mediante un sistema pol\u00edtico que se adapta para el beneficio de quienes propician el desarrollo econ\u00f3mico, y pretende solucionarlo a trav\u00e9s de mecanismos que no han sido efectivos (7). Una sociedad que en dos d\u00e9cadas se planific\u00f3, y durante dos d\u00e9cadas m\u00e1s de gobiernos de la Concertaci\u00f3n no se ha querido modificar, manteniendo la desigualdad como su principal consecuencia, tiene forma concreta en una arquitectura que le es propia. Pues bien, tal como afirma el soci\u00f3logo Fran\u00e7ois Ascher, las ciudades \u201ccristalizan y reflejan las l\u00f3gicas de las sociedades que acogen\u201d (8). Bajo nuestra perspectiva, es posible afirmar con absoluta certeza que esta ciudad que heredamos de Augusto Pinochet se ha construido con una arquitectura de la desigualdad.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"
La arquitectura es la forma f\u00edsica de una realidad pol\u00edtica-econ\u00f3mica m\u00e1s amplia. Frente a la realidad chilena, los arquitectos responden mediante una pr\u00e1ctica profesional que consigue con el anonimato el alivio de la verg\u00fcenza.<\/p>\n","protected":false},"author":2,"featured_media":0,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[6],"tags":[],"yoast_head":"\n